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El 11 de junio de 1981 en París, Francia, Issei Sagawa mató y se comió parcialmente a Renée Harteve lt, una estudiante holandesa de la que se había enamorado. Sagawa nació en Kobe, Japón en 1949 y fue enviado por sus padres en 1977 a la Universidad de la Sorbona en París, para sus estudios de literatura moderna. Allí conoció a Renée Hartevelt, una mujer con la que rápidamente se obsesionó.[1]
Sucesión de los hechos
Sagawa convenció a Hartevelt de que se reuniera con él en su apartamento, fingiendo que la necesitaba para grabar unos poemas. Luego le disparó en la espalda con un rifle mientras ella leía un poema de Johannes Robert Becher sobre la muerte. Usando un cuchillo eléctrico, comenzó a quitarle más de siete kilos de carne del cuerpo.
Consumió su carne durante los tres días siguientes, cocinando varias comidas con los restos del cuerpo y teniendo sexo con el cadáver, antes de deshacerse de él.
Además de grabar todo el desmembramiento (que contenían las últimas palabras de Hartevelt y el disparo real), Sagawa también tomó un total de 39 fotografías de los actos que realizó con el cuerpo.[2]
Al tratar de deshacerse del cuerpo de Hartevelt, Sagawa cometió el error de perder en un jardín público una de sus maletas que contenían partes del cuerpo. Más tarde, la policía encontró al dueño de la maleta y arrestó al hombre que los periódicos llamarían "El caníbal japonés". El resto del cuerpo de Hartevelt, el rifle, las fotos de la carnicería, la grabadora y varias otras evidencias se encontraron en su departamento.
El caso criminal
Curiosamente, Issei Sagawa nunca fue condenado por el asesinato. Asumiendo plenamente sus actos (afirmó que "necesitaba absorber el poder del cadáver" y calificó el crimen como un "acto artístico"), fue reconocido como un loco mental por tres psiquiatras expertos, y por lo tanto penalmente irresponsable. Internado durante un año en un hospital psiquiátrico, fue trasladado a Japón donde fue juzgado culpable (sin embargo, el anterior veredicto del tribunal francés fue definitivo y no dejó decisión a la justicia japonesa), y finalmente liberado el 13 de agosto de 1985. Su liberación continúa siendo un tema controversial.
Después del asesinato, Sagawa se convirtió en una pequeña celebridad en Japón, escribiendo libros, actuando en películas eróticas, comentando restaurantes y siendo invitado como orador a varios programas de televisión.[3]
Actualmente vive en Yokohama, Japón, trabajando como "artista independiente de pinturas de desnudos", y recientemente ha expresado el deseo de morir lentamente, siendo devorado por una "holandesa alta".
Disponibilidad
Si bien todas las fotografías de la autopsia fueron reveladas en la revista Photos en diciembre de 1983, no se sabe nada de la cinta que contiene las últimas palabras de Hartevelt y el disparo que la mató. Si aún existe, es probable que permanezca en los archivos de la policía francesa.